Todo acuarista ha oído hablar del pez Killi. No es un solo animal, sino que esta denominación se refiere a toda la familia de Ciprinodontiformes, los cuales son, en su mayoría, peces pequeños de agua dulce.
Los principales Killis que se pueden conseguir para los acuarios son:
Este es quizás uno de los peces más populares en el mundo. Tanto es así que existen muchas asociaciones que reúnen a sus fanáticos, como por ejemplo la Sociedad Española de Killis.
En la actualidad existen alrededor de 1.250 especies de Killisfish que se agrupan en 10 familias específicas.
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Por la belleza y majestuosidad de los Killis, es común que muchas personas se decanten por ellos. Veamos ahora las principales características de esta hermosa especie acuática.
Te resumimos sus características en la siguiente tabla:
Descripción | Pertenece a la familia Ciprinodontiformes. |
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Tamaño | Son peces de diversos tamaños. Hay alrededor de 1.250 especies, cuyos tamaños no sobrepasan los 7 cm. |
Iluminación | Deben contar con una iluminación moderada a intensa, son muy activos y nadadores. |
Alimentación | Su alimentación es carnívora en su mayoría. Pueden comer comida para peces en escamas, artemias, larvas, insectos, pequeños crustáceos e invertebrados. |
Comportamiento | Son animales pacíficos y gregarios, aunque un poco territoriales en la época de reproducción. |
Reproducción | Se reproducen relativamente fácil en los acuarios. |
Condiciones del acuario | Estos peces son muy adaptables a cualquier pecera de agua cálida. Precisan de unos 18° C a los 26° C y el pH en 5.5 a 7.5 en el agua del acuario. Además, necesitan de muchas plantas de acuarios para sentirse cómodos. |
A estos peces también se les conoce como carpas dentadas, y provienen de casi todas partes del mundo, a excepción de Oceanía, Norte de América y Norte de Asia. Son animales muy adaptables, de hecho, hay especies capaces de soportar las frías heladas de Canadá y otros que viven tranquilamente en aguas que están a 50° C.
Pueden desarrollarse en biotopos inestables como aguas estancadas o charcos. Además, son capaces de desovar y tener huevos que soportan sequías de hasta dos años. Esto ha dado lugar a un fenómeno de cría de Killis en todo el mundo, en donde los más osados intercambian los huevos del pez por medio del correo postal.
Algo que tienen en común estos peces es que son de colores brillantes y llamativos. Casi todos tienen un patrón vívido y hermoso. En promedio llegan a medir unos 7 cm, pero hay algunos que sobrepasan esas dimensiones y llegan a los 15 cm, más que nada cuando no están en cautividad.
Hay un caso fuera de lo común que es el pez Orestias, un gran asesino y depredador. Llega a medir los 25 cm. Pero obviamente no sirve para tenerlo en acuarios por su enorme agresividad.
Las cabezas de los peces Killis son planas. La mayoría de los machos son más grandes que las hembras. Poseen dientes largos y puntiagudos; son peces escamados y carecen de barbos.
Este animal es un gran nadador. Algunos tienen aletas redondeadas y cortas, y otros unas largas con anchuras prominentes. Algunos poseen una aleta dorsal pegada a su lomo que les sirve para desplazarse con mayor rapidez en su entorno.
En cuanto a su morfología, hay Killis alargados, otros aplanados y otros achatados en los laterales, es decir, la variedad es enorme. Lo que sí guardan en común es la mandíbula retráctil con dientes que se guardan entre su boca y faringe.
Los Killis son relativamente fáciles de mantener. No precisan de grandes espacios, pero tampoco pueden vivir en un nano acuario. Lo mejor es tenerlos en un acuario de 80 litros. La mayoría debe estar en un recipiente profundo y largo, cuyas aguas tengan poca o casi ninguna movilidad.
En su hábitat deben contar con una buena cantidad de plantas en las que incluyan flotantes y hasta plantas artificiales. Puedes colocarles unas ambulias o una lenteja de agua, con las que ellos estarán más que cómodos.
Muchas personas optan por dejar el fondo de la pecera desnudo, lo cual no está mal. Ahora, si decides colocarle una grava, escoge una que no altere la dureza del agua.
Es una buena idea agregarle en su ambiente unas piedras para acuarios, troncos para pecera y unas plantas artificiales, que creen una variedad de refugios y escondites para tus Killis.
El agua del acuario deberá cambiarse al menos una vez por semana, cuidando de no sacar más del 50%, para que la colonia de bacterias se mantenga intacta. Asimismo, la temperatura se tiene que mantener entre los 18° C a los 26° C y el pH en 5.5 a 7.5.
Otro punto vital para que los peces estén sanos y enérgicos es una buena iluminación. La mayoría de ellos prefiere la sombra a la luz solar, por eso, deberás contar con una pantalla led que sea de luminiscencia ajustable.
En cuanto a los filtros, puedes elegir uno que sea de perlón o de carbón activado, que se deshaga rápidamente de los desechos de estos animales, puesto que contienen toxinas que alteran muy rápido los nitritos y nitratos.
De nada sirve aplicar un buen mantenimiento a la pecera si no se está pendiente de la alimentación de los Killis.
Los Killisfish son mayormente carnívoros y cazadores. Por ello, prefieren presa vivas como gusanos, artemias y larvas vivas. Muy pocos incluyen algas como parte de su dieta.
También puedes darles:
Otra opción nutricional para los Killis son los distintos alimentos secos que hay en el mercado, como por ejemplo, la comida en escamas para peces.
Necesitarás también comida para alevines, ya que sus crías precisan de una dieta muy especial.
Generalmente, estos peces solo viven durante un año. Durante su niñez son muy sociables y pueden convivir en peceras comunitarias.
Pero cuando van creciendo su naturaleza emerge y se tornan más agresivos y territoriales. Es probable que peleen por su supervivencia. Esta conducta se acentúa aún más en la época de freza, porque los machos van a combatir por las hembras, buscando garantizar el apareamiento por encima de sus congéneres.
Hay dos tipos de reproducción en los Killis según la especie:
En cuanto a los peces anuales, estos ponen sus huevos en acuarios de 20 litros y participan en la freza varias parejas. Es bueno que el fondo tenga turba que sirva para los nidales.
Los acuaristas deberán retirar el sustrato cada 15 días y colocarlo en bolsas a temperaturas de unos 16° C a 25° C.
Luego hay que estar atentos a que los ojos de los alevines se diferencien en los huevos. Cuando eso ocurra, significa que están a punto de eclosionar y llegó el momento de pasar los alevines a una paridera.
Recuerda que puedes alimentar a las crías con comida para alevines o con los nauplius de las artemias.